1 junio, 2025

Aprender a leer: el deseo de muchos jóvenes

«Tener un techo sólido sobre la casa, un buen campo de mandioca, aprender a leer... sin desanimarse nunca y con la ayuda de Dios»: así expresan su esperanza los pigmeos Bayaka de Centroáfrica.

«Dios nunca nos deja solos y siempre nos toma de la mano», afirma el padre Michele Farina, sacerdote de la diócesis de Savona y misionero en Monasao, asociado a la Sociedad de Misiones Africanas. En un reciente testimonio, el misionero ha compartido lo que significa la esperanza –tema central del Jubileo 2025– para él y para sus feligreses, los Bayaka, una comunidad que habita en plena selva.

«Para ellos, la esperanza es algo muy concreto», explica el padre Michele. En un video realizado con motivo del Jubileo, relata que cada domingo un catequista parte de Monasao en moto para celebrar la Palabra. Este catequista, que sufrió poliomielitis en su infancia y fue salvado gracias a una religiosa de la misión, considera que la esperanza es «nunca desanimarse». Desde la comunidad de Kanza, situada a 15 km de Monasao, un padre de familia expresa su deseo de ver construido un buen campo de cultivo, mientras otro manifiesta su anhelo de que sus hijos crezcan sanos, logren algo importante en la vida y puedan cuidar de sus padres en la vejez.

«Los jóvenes tienen una esperanza aparentemente sencilla, pero muy difícil de alcanzar para ellos: aprender a leer», señala el misionero. «Me conmovió especialmente una joven que dijo que quería aprender a leer para poder enseñar a su madre, que nunca tuvo la oportunidad de estudiar». Entre los testimonios recogidos, se percibe un fuerte deseo de alfabetización como vía para una vida más plena, más allá del trabajo en los campos y el cuidado de sus chozas.

«En este año jubilar», concluye el padre Michele, «me uno a la esperanza de estos queridos hermanos y hermanas de la pequeña comunidad de Kanza, esperando que este Jubileo, como ellos piden, les dé la fuerza para realizar junto a Dios todas las hermosas esperanzas que llevan en el corazón».

Crédito de la nota: Fides