11 diciembre, 2024

«Con gran corazón recemos por la paz definitiva»: Francisco

Al término de la audiencia general, resuena el llamado del papa Francisco por el fin de la guerra en Ucrania y para que cesen las hostilidades entre Israel y Palestina. El Pontífice exhorta a la comunidad internacional para que proporcione inmediatamente la ayuda y el apoyo necesarios para proteger a los más vulnerables en Afganistán, donde en los últimos días, a causa de intensas lluvias e inundaciones, numerosas personas perdieron la vida y se registraron graves daños.

«Recemos por la paz: no olvidemos la atormentada Ucrania; no olvidemos Palestina, Israel, Myanmar». Con estas palabras, el papa Francisco reitera su invocación por la paz, al término de la audiencia general. E invita nuevamente a rezar por los pueblos que sufren la guerra: «Recemos por la paz, recemos por todos los pueblos que sufren la guerra. Todos juntos, con gran corazón, recemos para que haya paz definitiva, y ninguna guerra, ninguna. Porque la guerra es siempre una derrota: ¡siempre!».

La oración por Afganistán

Antes de saludar a los peregrinos italianos, el Papa dirigió su pensamiento al  pueblo de Afganistán, «gravemente afectado por las trágicas inundaciones que han cobrado muchas vidas, incluidos niños, y siguen causando daños en muchas casas», asegura sus oraciones e insta a proporcionar la ayuda necesaria para proteger a los más necesitados:

«Rezo por las víctimas, en particular por los niños y sus familias, y hago un llamamiento a la comunidad internacional para que proporcione inmediatamente la ayuda y el apoyo necesarios para proteger a los más vulnerables».

Según la ONU, al menos 300 personas han muerto y otras varias están desaparecidas. Las inundaciones han destruido miles de casas y edificios, muchas zonas han sido evacuadas y hay graves daños, especialmente en las provincias de Baghlan, Ghor y Herat, mientras que en la provincia de Badakhshan.

Una campana por los niños no nacidos

Poco antes, en su saludo a los fieles polacos, Francisco, con la mirada puesta en la próxima solemnidad de Pentecostés, subrayó que «el Espíritu Santo nos eleva siempre a un gran amor desinteresado hacia los pobres, los enfermos y los indefensos, como los niños aún no nacidos», a quienes está dedicada la campana, traída a la plaza «desde Polonia, llamada ‘La voz de los no nacidos’». Recordará la necesidad de proteger la vida humana desde la concepción. La iniciativa fue ideada por «la Fundación polaca ‘Sí a la vida’, que lleva el nombre de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María y fue bendecida por el Papa».

Crédito de la nota: Vatican News.