2 junio, 2025

La espiritualidad de la ecología integral: una década sembrando esperanza

Del 30 de mayo al 1 de junio, Roma recibirá a más de 60 mil peregrinos para celebrar, de forma especial, el Jubileo de las familias, los niños, los abuelos y los ancianos. El evento incluirá diversas actividades recreativas y de reflexión, así como encuentros de fe y esperanza.

Al celebrarse el décimo aniversario de la encíclica Laudato Si, publicada por el papa Francisco, que ha movido conciencias sobre el cuidado del ecosistema y la tierra, su impacto en la región expresa hoy una gran cantidad de iniciativas pastorales, sociales, científicas y espirituales. Así lo comunica Alirio Cáceres Aguirre, teólogo colombiano, diácono permanente y articulador continental del Movimiento Laudato Si, durante una entrevista realizada por ADN Celam.

El binomio entre el grito de la tierra y el grito de los pobres ha sido primordial para que millones en el continente –habitantes de favelas, barrios populares, comunidades indígenas, afrodescendientes, migrantes– se sintieran interpelados e identificados por la denuncia profética del Papa Francisco a las dinámicas tecnocráticas y extractivistas que amenazan la vida.

La espiritualidad ecológica como núcleo transformador

El especialista habló sobre el papel esencial de la espiritualidad en esta década de Laudato Si. Al respecto, señala que no se trata solo de adoptar prácticas ecológicas como propósito, sino de encarnar una «mística de la ecología integral» que reconozca la interconexión de toda la creación como reflejo del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Una espiritualidad que trascienda la separación entre la fe y el actuar, haciendo del reciclaje, la agroecología, la energía limpia o la defensa del agua, verdaderos actos de adoración al Creador.

Agrega además que, la coherencia entre la fe profesada y los gestos cotidianos se vuelve, en este contexto, criterio de autenticidad espiritual. Finalmente, mencionó que la emergencia climática, la fragilidad de las democracias y el clamor de los pueblos vulnerados exigen que la Iglesia latinoamericana y caribeña siga profundizando su opción por la vida.

Credito de la nota: ADN Celam