2 octubre, 2025

Una misionera alemana en México

Se ha clausurado el fase diocesana de la causa de canonización de la Sierva de Dios, Antonieta Böhm, una misionera de las Hijas de María Auxiliadora, fallecida en 2008, que pasó toda su vida en tres destinos de América: Argentina, México y Perú. Era muy conocida por su fama de santidad y los milagros que realizaba con una imagen de María Auxiliadora.

Aunque el proceso diocesano estaba ya concluido en abril de 2024, el Dicasterio para las Causas de los Santos solicitó que se entrevistara a más testigos laicos sobre las virtudes de la hermana Antonieta, por lo que se abrió un proceso complementario en febrero de 2025, que ahora concluye. Así, el pasado 8 de septiembre, en presencia del obispo de la Diócesis de Cuautitlán, Mons. Efraín Mendoza Cruz, de las personas que han colaborado en la marcha del proceso diocesano y de representantes de las Hijas de María Auxiliadora, se presentó la documentación de 24 testigos que conocieron de cerca a la hermana Antonieta Böhm y pudieron dar testimonio de su vida de virtudes heroicas.

Todos los testigos declararon haber oído hablar de la fama de santidad y milagros de la Sierva de Dios y haber recurrido a ella en busca de oraciones, dando testimonio de las gracias recibidas por su intercesión.

Todos coincidieron en que continuaban visitándola por la paz que les brindaba con cada visita. Dieron testimonio de sus virtudes, especialmente de su caridad, que se manifestaba en una exquisita bondad hacia todos, en su preocupación por los pobres y en las necesidades de quienes acudían a ella.

Antonieta Böhm nació en 1907 en Bottrop, Alemania. En Essen conoció a las Hijas de María Auxiliadora, que acababan de llegar a Alemania en 1922. Comenzó el postulantado en 1926 en Eschelbach y continuó el noviciado en Nizza Monferrato, Italia. En 1928 realizó la primera profesión y permaneció en Italia para estudiar música en Turín, mientras era asistente de universitarias en Pisa y de novicias en Casanova. Tras su profesión perpetua partió en 1934 como misionera a Argentina, donde estuvo hasta 1965, cuando partió por cuatro años a Perú. En 1969 fue destinada definitivamente a México.

Fue maestra de música, enfermera, Vicaria, Directora, Inspectora. Pasó los últimos de su vida, desde 1979, en la comunidad Villa Spem de Coacalco, en el Estado de México, como guía espiritual y volcada en el compromiso social a favor de los pobres.

En 1973, de la madre Ersilia Crugnola, una misionera italiana en México, recibió como regalo una estatuilla de María Auxiliadora. Las bendiciones con la pequeña imagen tenían como fruto sanaciones de personas enfermas y gracias extraordinarias. En 1985 comenzó la «Obra sabatina», que consistía en la distribución de alimentos a los más necesitados y hasta el año 2000, cuando ya tenía 83 años, la organizaba ella personalmente. Falleció el 27 de abril de 2008.

Crédito de la nota: OMPRESS.