15 julio, 2025

Paz y diálogo en el Mediterráneo, los jóvenes del «Bel Espoir» en Estambul

El patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, recibió a algunos de los participantes en la iniciativa «Med25 - Bel Espoir», encabezados por el cardenal arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline. «En un mundo marcado por los conflictos, su testimonio es aún más valioso», declaró el patriarca.

«Vienen de las costas del Mediterráneo, un mar de luz, pero también de lágrimas. Han navegado por donde tantos hombres y mujeres perecieron con la esperanza de un futuro mejor. Mientras caminaban por los muelles de tantos puertos, han escuchado los gritos de angustia, pero también los cánticos de solidaridad. Aquí, en este mar interior de nuestra humanidad, se escribe hoy un nuevo capítulo en el diálogo entre los pueblos, entre las religiones y entre las generaciones».

Es uno de los pasajes más significativos del discurso pronunciado el domingo 6 de julio, por el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, al recibir en el Fanar, entre otros, a algunos participantes en la iniciativa «Med25 – Bel Espoir», encabezados por el cardenal arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline.

El diálogo para que prevalezca la paz

Dirigiéndose a los fieles tras la liturgia divina celebrada en la catedral de San Jorge, en particular a los peregrinos procedentes de Francia, el primado ortodoxo subrayó la importancia del diálogo como medio para resolver cualquier controversia y para que prevalezca la paz en el mundo.

A los jóvenes que navegan por el Mediterráneo los exhortó a tener valor, a no tener miedo al diálogo: «No tengan temor del prójimo, aunque rece de otra manera, aunque comprenda a Dios de otra manera, porque en cada persona habita una chispa divina, una presencia misteriosa de Aquel que nos creó a su imagen y semejanza. El diálogo comienza con una mirada, un gesto, una palabra amable, donde Cristo, Palabra de Dios, se convierte en el vínculo que une todo».

Y en un mundo «tenso, marcado por tantos conflictos —en Ucrania, en Tierra Santa, en Oriente Medio, en África—, su testimonio como jóvenes cristianos es aún más valioso», dijo Bartolomé.

Los jóvenes del «Bel Espoir»

Desde marzo hasta octubre, con salida desde Barcelona y llegada a Marsella, casi doscientos jóvenes de entre 20 y 35 años, de todas las nacionalidades, culturas y religiones, divididos en ocho grupos, se turnan a bordo del velero «Bel Espoir».

Respondiendo al llamamiento del papa Francisco para construir la paz en el Mediterráneo, viajan de una costa a otra participando en sesiones de formación sobre la paz, organizando conferencias y festivales en cada puerto de escala y viviendo una experiencia de encuentro y fraternidad que sentará las bases para el futuro.

Las asociaciones Mar Yam y Bel Espoir (Amis de Jeudi Dimanche) están coordinadas directamente por la arquidiócesis de Marsella, dirigida por el cardenal Aveline, a quien el papa Francisco confió la misión de promover y construir la paz en el Mediterráneo. Alrededor de treinta puertos serán los que, al final, serán alcanzados por esta moderna «odisea».

Crédito de la nota: Vatican News.