«¡Estamos realmente entusiasmados con las nuevas imágenes del telescopio James Webb!». Así reza el comunicado difundido por el Observatorio Vaticano en relación con las fotos de un universo nunca visto que llegaron a la Tierra el 12 de julio y que los estudiosos remontan a 14 mil millones de años.
«Las imágenes son extraordinarias, cualquiera puede verlo por sí mismo -continúa el texto- es una anticipación alentadora de lo que podremos aprender sobre el universo con este telescopio en el futuro. Estas imágenes son un alimento necesario para el espíritu humano, no sólo de pan se vive, especialmente en estos tiempos».
Hay lógica en el universo, pero también belleza
El director de la Specola, el jesuita Hermano Guy Jpseph Consolmagno, firma el comunicado y dice estar «feliz por este éxito también por un hecho más personal». Explica que, como la astronomía es un campo de investigación pequeño, los astrónomos se conocen entre sí y que «muchos de los científicos que construyeron los instrumentos y planificaron las observaciones» son amigos personales suyos y que sabe lo mucho que han trabajado ellos y sus colegas para hacer funcionar «esta increíble máquina». «La ciencia en la que se basa este telescopio -dice el comunicado- es nuestro intento de utilizar la inteligencia que nos ha dado Dios para comprender la lógica del universo. El universo no funcionaría si no tuviera esta lógica. Pero como muestran estas imágenes, el universo no sólo es lógico, sino también hermoso. Esta es la creación de Dios revelada a nosotros, y en ella podemos ver tanto su asombroso poder como su amor por la belleza».
El recuerdo de las primeras investigaciones del jesuita Angelo Secchi
El padre Colsomagno dice estar asombrado y agradecido de que Dios nos haya entregado tal maravilla a los seres humanos, junto con la capacidad de «comprender lo que ha hecho».
Lo que fascinó especialmente al director del Observatorio Vaticano fue «ver el primer espectro de vapor de agua de la atmósfera de un planeta extrasolar producido por el telescopio James Webb». Y recordando las primeras investigaciones de otro jesuita estudioso de la astronomía. Escribe: «Hace unos 150 años que el padre Angelo Secchi, SJ puso un prisma delante de la lente de su telescopio en el tejado de la iglesia de San Ignacio de Roma, y realizó las primeras mediciones espectrales de las atmósferas de los planetas de nuestro propio sistema solar. «Sólo puedo imaginar -concluye- lo feliz que habría sido al ver cómo esta ciencia, de la que fue pionero, se aplica ahora a planetas desconocidos para él que orbitan alrededor de estrellas lejanas».
El telescopio Webb
El James Webb es un telescopio espacial para la astronomía infrarroja, una colaboración entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia espacial canadiense Csa, fue lanzado el 25 de diciembre de 2021 desde el puerto espacial de Arianespace en Kourou, Guayana Francesa, y transportado a la órbita solar por un cohete Ariane 5. «Este es un día histórico», dijo el presidente estadounidense Joe Biden en la presentación de las primeras imágenes tomadas por el instrumento.
Crédito de la nota: Vatican News.
Más historias
El árbol y el Nacimiento, símbolos de una Iglesia en la que hay lugar para todos
Gaza, la tragedia de los niños mariposa y la ayuda de la Iglesia
¿Estás desanimado? Este video del Papa es para ti