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06/05/20
El informe «Infancia confinada», elaborado por los sociólogos Iván Rodríguez y Marta Martínez, junto a la abogada especializada en infancia y adolescencia Gabriela Velásquez se realizó con el apoyo de Enclave de Evaluación y Enfoque de Derechos Humanos. El prólogo está escrito por Luis Pedernera, presidente del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
«Los niños se enteran de todo. Son conscientes de lo que pasa y es algo de lo que la sociedad no se da cuenta», recuerda Gabriela Velásquez. «De hecho, han expresado sus propias críticas sobre lo que está pasando –continua–. También sus preocupaciones más allá de su propia familia». En definitiva, el coronavirus les ha hecho reivindicar a todos los sectores (político, social, etcétera) «una responsabilidad solidaria con las generaciones presentes y futuras».
El informe da voz a los menores de 18 años. Precisamente la infancia ha sido una de las grandes protagonistas, especialmente en las últimas semanas, y a la vez, un sector olvidado.
«No puede haber políticas sociales sin tener en cuenta a la niñez, porque son temas que les afectan», subraya la experta. Cabe recordar, sin ir más lejos, la Convención sobre los Derechos del Niño. «Todo ello muestra ese reclamo de los menores a que se les escuche, ya que ellos forman parte también de esta sociedad, tienen conciencia de lo que sucede, capacidad crítica y sólo piden ser escuchados porque tienen mucho que decir», añade Velásquez.
El informe recoge cómo los niños y adolescentes dirigen sus demandas hacia diferentes actores sociales: sociedad, Gobierno, familias y centros educativos. Y todo ello bajo un mensaje común: que ellas y ellos también están siendo afectados por el confinamiento, que debemos escucharlos y tomarlos en cuenta y considerarlos en este escenario.
El estudio, realizado entre 425 menores entre el 21 de marzo y el 7 de abril, asegura que «las niñas, niños y adolescentes han sido grandes protagonistas de esta pandemia en el ámbito privado». Sin embargo, han sido llamados a «aguantar, resistir y portarse bien» por parte de algunos portavoces políticos.
Ellos también han acatado el confinamiento porque consideran que es una medida necesaria para evitar el contagio. Ellos son conscientes de lo que supone estar encerrados: aunque es por el bien de todos, se trata de una privación de libertad.
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