18 abril, 2024

Proteger la salud de las adolescentes embarazadas en Uganda

En Uganda, el Cuamm (Colegio Universitario Aspirantes Médicos Misioneros) ha promovido el «Adolescent Project», un curso para mujeres locales impartido por médicos y policías, para que sean ellas las primeras en brindar ayuda y guía a las jóvenes que en su mayoría han quedado embarazadas como resultado de la violencia que viven en casa.

En Uganda, las niñas se ven obligadas a abandonar la escuela a causa de los embarazos precoces, «un fenómeno todavía muy extendido en el país que tiene graves repercusiones en la vida de las jóvenes y que es una cuestión inseparable de la de los derechos humanos». Este es el testimonio de Virgilia Mazza, voluntaria del Colegio Universitario Aspirantes Médicos Misioneros (Cuamm) en Aber, Uganda. «La epidemia de Covid está causando importantes efectos secundarios, como el cierre de escuelas, que ha provocado un aumento de la violencia sexual contra las jóvenes, a menudo dentro del propio hogar. Por eso es tan importante la formación de las matronas, que son el primer punto de referencia para las mujeres», dijo.

Para tratar de limitar este grave problema, el Cuamm ha promovido el «Adolescent Project», un curso de formación para matronas locales impartido en Anyeke por médicos y personal de la policía. Se trata de un curso de dos días sobre temas que van desde la violencia, tratada en relación con el medio ambiente y los diferentes sectores de los que forma parte, hasta la salud y la asistencia jurídica.

Forman parte de este nuevo proyecto del Cuamm los exámenes prenatales, las revisiones y la atención de los casos más difíciles, aquellos en los que es necesario proteger la salud de la madre en caso de violencia. «El objetivo es garantizar la formación adecuada de las matronas», explica la voluntaria del servicio civil, «porque son ellas las que también tendrán que enfrentarse a los casos de abuso y violencia sexual».

Las comadronas proceden de las zonas más remotas del distrito de Oyam y la propagación del Covid ha provocado la ausencia de algunas de ellas. Los medios de transporte son escasos y la lluvia imprevista lo ha hecho todo más difícil, pero han ido llegando una a una, conduciendo la moto típica de estos lugares, llamada «boda boda», con sus hijos sentados en la parte de atrás, intentando resguardarse de la lluvia con grandes trozos de tela de colores.

Señala también que los embarazos precoces, además de ser – a menudo – el resultado de la violencia, son un reflejo de las condiciones de fragilidad, pobreza y coacción en las que se ven obligadas a vivir las jóvenes, especialmente en las zonas rurales remotas del país. «En ausencia de escolarización y atención sanitaria, las niñas se vuelven aún más vulnerables. Por eso el Cuamm quiere promover acciones concretas que, a través de la formación y la difusión, puedan apoyar un sistema que funcione de forma autónoma en el tiempo, para permitir que las mujeres jóvenes, la parte más débil de la mitad menos afortunada del mundo, vean algún día protegidos sus derechos humanos fundamentales».

Crédito de la nota: Agencia Fides.