Ahora, entre los signos del “nuevo inicio” de la vida social y comunitaria en esa región de Irak también se encuentra la reapertura de bibliotecas, librerías y lugares culturales. Un fenómeno que está involucrando singularmente a algunos jóvenes pertenecientes a las comunidades cristianas autóctonas.
En la aldea de Sirishka, en el distrito de Alqosh, al noreste de Mosul (Irak), el interés y la implicación de la población local crecen en torno a la iniciativa de Janan Shaker Elias (en la foto), una joven mujer que ha abierto al público una biblioteca privada que en breve se ha convertido en un centro de encuentros e intercambios culturales.
En la actualidad, el lugar ofrece casi dos mil volúmenes de consulta gratuita (una cifra que aumenta lenta pero constantemente), divididos por géneros y disciplinas, y también funciona como centro de reserva de libros para su compra.
La idea de abrir una librería – como la misma Janan ha explicado en los medios de comunicación locales- llevaba mucho tiempo en la mente de la joven, que incluso antes del último conflicto se veía obligada a pedir libros por internet y esperar largos plazos de entrega.
Esta intención se hizo aún más fuerte cuando Janan y su familia se vieron obligados a abandonar su pueblo amenazado por el avance de los yihadistas del Estado Islámico (Daesh). De vuelta a Sirishka, y tras finalizar sus estudios universitarios, Janan ha podido por fin hacer realidad su sueño, con el que espera contribuir a la recomposición del tejido social, cultural y comunitario desgarrado por los conflictos y las pulsiones sectarias.
La preocupación de los jóvenes cristianos por el papel que desempeñan las bibliotecas y las librerías en la reanudación de la convivencia civil en la región iraquí que ha permanecido durante años bajo la ocupación yihadista también afloró a finales de junio en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Mosul, donde varias personas asistieron al debate de la disertación de la estudiante Sanbla Aziz Shihab sobre el tema de la destrucción de las bibliotecas y su impacto negativo en la paz comunitaria en Irak.
En su investigación, la estudiante de posgrado se centró en la destrucción de las bibliotecas cristianas de Mosul y las ciudades de la Llanura de Nínive durante los años de la reciente ocupación yihadista.
El pasado mes de febrero, la reapertura de la Biblioteca de la Universidad de Mosul, reconstruida tras la devastación sufrida durante las ofensivas militares contra los ocupantes del Daesh, fue presentada por los medios de comunicación internacionales como un signo objetivo del “nuevo inicio” de la metrópoli del norte de Irak, tras años de masacres, bombardeos y fugas masivas.
Crédito de la nota: Agencia Fides.
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