Abrazar la paz, la unidad, la concordia y los valores que el deporte siempre intentó transmitir: esta es la invitación del partido por la paz, promovido por el Movimiento Pontificio Internacional Scholas Occurrentes, que tendrá lugar este lunes 14 de noviembre a las 17:00 horas locales en el Estadio Olímpico de Roma. En entrevista con Vatican News, José María del Corral, Presidente de Scholas, nos explica.
Después de la «previa latinoamericana al partido por la paz», organizada por la Embajada Argentina ante la Santa Sede el viernes 11 de noviembre, Del Corral valora el espacio compartido con embajadores latinoamericanos.
No se trató de una charla académica, sino de una conversación afable sobre la situación de los distintos países, los proyectos que Scholas impulsa en varios de ellos, contando las realidades con nombre y apellido. El principal representante de Scholas considera que estos diálogos que está haciendo la institución son los que verdaderamente construyen los cambios que la sociedad necesita.
Francisco: «El deporte es importante, pero debe ser auténtico deporte»
El teólogo argentino expresa su gratitud a la radio del Papa por acompañar la difusión del camino recorrido hasta ahora, y se remonta al 13 de agosto de 2013, cuando se jugó el primer partido, entre Argentina e Italia. Ese día, el Pontífice recibió además a las selecciones nacionales de fútbol de ambos países en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. En sus palabras, como ha hecho tantas veces, les recordó que «un deportista, incluso siendo profesional, cuando cultiva la dimensión de ‘aficionado’, hace bien a la sociedad, construye el bien común a partir de los valores de la gratuidad, del compañerismo y de la belleza».
Esto, según el Sucesor de Pedro, los lleva a pensar que, antes de ser campeones, «son hombres, personas humanas, con sus fortalezas y defectos, con su corazón y sus ideas, sus aspiraciones y sus problemas». Entonces, incluso si son personalidades, siguen siendo hombres en el deporte y en la vida. «Hombres, portadores de humanidad», insistía.
No obstante, reconocía que el fútbol, como algunas otras disciplinas, se ha convertido en un «gran negocio» y, por este motivo, les pedía que trabajaran «para que no pierda el carácter deportivo». «También ustedes promuevan esta actitud de “aficionados” que, por otra parte, elimina definitivamente el peligro de la discriminación. Cuando los equipos van por este camino, el estadio se enriquece humanamente, desaparece la violencia y vuelven a verse a las familias en la tribunas».
El fútbol, una escuela de vida
En el partido por la paz está prevista la participación de unos 50 jugadores de los cinco continentes, divididos en dos categorías: por un lado, los jugadores leyenda y, por otro, los jugadores en actividad. Entre los deportistas de renombre, estarán Ronaldinho (Brasil) y Ciro Immobile (de la Lazio, en Italia). Del Corral subraya la presencia de jugadores rusos y ucranianos como un gesto concreto particularmente significativo en medio de una humanidad herida por las consecuencias de los múltiples conflictos aún activos que causan muerte y destrucción.
Frente a algunos comentarios que le hacen, como, por ejemplo, «Está por llegar el Mundial de fútbol», Del Corral afirma que «esto no es el Mundial; esto es, como dice el Papa, mostrar que el fútbol puede volver a ser pelota de trapo», puede volver a recuperar su origen, en el que está la gratuidad, entre otros valores. «El fútbol es una escuela de vida», expresa de manera contundente.
El antídoto a la guerra del «todos contra todos»
Evocando uno de los principios fundamentales de Scholas, que es construir una gran aula sin paredes, con la participación de los jóvenes como protagonistas esenciales del cambio social, el director enfatiza los tres ejes de trabajo: el deporte, el arte, la tecnología. En ellos, acota del Corral, está el mundo real de los jóvenes.
Recuerda, también, que Jorge Mario Bergoglio, siendo arzobispo de Buenos Aires, en la crisis argentina del todos contra todos, se dio cuenta de que era necesario cambiar la educación, y allí nace la institución, llamándose, en un principio, «Escuelas para vecinos».
La previa en el Río de la Plata
En vísperas del partido por la paz, la Liga Internacional de Fútbol Scholas coordinó un campeonato en Mar del Plata, con siete equipos de distintas partes de la Argentina, conformado por 250 chicos y chicas de escuelas públicas que se reúnen de lunes a viernes a entrenar y aprovechar el espacio para la reflexión, encontrándose con el juego, arte y pensamiento.
En sus redes sociales, Scholas apunta que los participantes, de entre 15 y 17 años, pertenecen a las comunidades de Córdoba, San Antonio de los Cobres (Salta), Santa Fe, Mar del Plata, el Impenetrable (Chaco), Villa Fiorito (Provincia de Buenos Aires) y del Barrio 31, en la capital. Al terminar el evento, plantaron el olivo de la paz y se unieron todos los equipos sin distinción de camiseta para celebrar juntos la cultura del encuentro.
El torneo se pudo realizar por la colaboración de distintos actores de la sociedad civil que se involucraron y decidieron apostar junto a Scholas por la Cultura del Encuentro, como el Ministerio de Turismo de la Nación Turismo Argentina, el Club Atlético Boca Juniors BOCA, la Intendencia de Santa Fe, la Intendencia de Córdoba y el Banco Macro.
Crédito de la nota: Vatican News.
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