20 abril, 2024

Abebech Gobena Heye, la «madre Teresa de África»

Una vida dedicada a los huérfanos y los más pobres de Etiopía, más de 1,5 millones de personas acogidas por su organización desde la década de 1980. Muchos más los que hoy lloran su fallecimiento.

La «Madre Teresa de África», así se había definido a Abebech Gobena Heye, quien murió de Covid-19 el pasado mes de julio a los 85 años. Conocida internacionalmente por haber fundado y apoyado el orfanato más grande de Etiopía durante décadas, con recursos limitados pero con igual convicción, Abebech se dedicó al servicio de los más pobres con la fe y determinación de aquellos que están dispuestos a entregarse totalmente para ayudar a los demás. Un testimonio aún más significativo en este momento en el que Etiopía se encuentra nuevamente en medio de un conflicto civil que parece no encontrar solución.

Nacida en una familia de agricultores en el pueblo de Shebel Abo, al norte de Addis Abeba, el 20 de octubre de 1935, Abebech perdió a su padre después de solo un mes, asesinado en la segunda guerra italo-abisinio cuando Benito Mussolini invadió Etiopía. Con su madre Wosene Biru, Abebech fue recibida en la casa de sus abuelos paternos. A la edad de diez años, sin embargo, se casó con un hombre mucho mayor que ella.

Ella huyó de él dos veces y finalmente llegó a Addis Abeba, donde una familia la adoptó. Después de la escuela se volvió a casar y se convirtió en inspectora de control en una empresa exportadora de granos y café, trabajo que le permitió alcanzar cierta prosperidad cuando inició su actividad humanitaria.

En 1973, mientras Etiopía estaba asolada por la pobreza, la guerra, el hambre y el flagelo del SIDA, Abebech comenzó su compromiso y llegó a fundar en 1980 una organización humanitaria llamada Agohelma, inicialmente dedicada a acoger a niños huérfanos y con el tiempo capaz de expandirse en el campo de la educación y la asistencia a cientos de familias pobres.

En 1986, después de haber pasado por el complejo proceso burocrático, en pleno régimen marxista liderado por Menghistu Haile Mariam, la asociación de desarrollo y cuidado infantil que ella fundó fue registrada por el gobierno como una organización ‘sin fines de lucro’. De esta forma Abebech pudo recaudar donaciones y financiar nuevos proyectos a través de una cadena de benefactores. Hoy, con la recaudación de fondos y el apoyo financiero de una organización humanitaria suiza, Agohelma se ha consolidado, convirtiéndose en una de las organizaciones humanitarias más grandes del país.

A lo largo de los años, las actividades de Agohelma se han diversificado e incluyen la construcción de escuelas y la organización de cursos profesionales en los campos de la alimentación, carpintería, fontanería, bordado, costura, impresión, fotografía y más. Abebech, que con el tiempo se convirtió para todos en ’emaye’, término que en amárico significa ‘madre magnánima’, contrajo el coronavirus en junio pasado; ingresó en la unidad de cuidados intensivos del hospital St. Paul en Addis Abeba, y murió el 4 de julio pasado.

Abebech nunca tuvo hijos, pero al Times de Londres, que la entrevistó en 2014, le dijo: “No he tenido hijos, pero he criado una familia de cientos de miles de ellos y no me arrepiento”. Por eso Abebech se ha convertido para muchos en la “Madre Teresa de África”.

Crédito de la nota: Nigrizia