Luego de una semana, el pasado 1 de abril concluyeron en El Vaticano los encuentros del Papa con los pueblos originarios de Canadá, quienes expresaron su cultura y tradiciones, mientras que el Papa expresó su indignación y vergüenza por los relatos escuchados de abusos, discriminación y maltrato a los nativos del país durante su colonización, en especial en los centros de enseñanza.
Sumamente conmovido, Francisco escuchó los testimonios y señaló, en cuanto a su forma de ver la vida, que no debe perderse el vínculo entre las generaciones, sino que debe «cultivarse y salvaguardarse, porque garantiza que la memoria no se borre y la identidad no se pierda».
El Santo Padre reconoció que la cadena de conocimientos y estilos de vida ancestrales «se rompió con la colonización» que, «sin respeto», arrancó a muchos del propio entorno vital y trató de conformarlos a otra mentalidad, dando como resultado una identidad y cultura heridas, familias separadas y niños «víctimas una acción uniforme» apoyada en la idea de que el progreso se hace por colonización ideológica, «en lugar del respeto de la vida de los pueblos», y que por desgracia, esta mentalidad colonial permanece muy extendida, por lo que invitó a que, juntos, superarla.
El Papa dijo sentir «vergüenza» por el papel que los católicos, en particular con responsabilidades educativas, por «los abusos y falta de respeto hacia su identidad, su cultura y hasta sus valores espirituales», que son contrarios «al Evangelio de Jesús». Por tal motivo, por la «deplorable conducta» de esos miembros, la Iglesia católica pide «perdón a Dios».
Por último, Francisco dijo que le gustaría visitar Canadá este año, y que espera que se abran nuevos caminos para «seguir dando pasos en la búsqueda transparente de la verdad y en la promoción de la sanación de las heridas y la reconciliación… Hasta pronto en Canadá, donde podré expresar mejor mi cercanía a ustedes», concluyó.
Fuente: vaticannews.va
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