«Que el G20 y los líderes mundiales puedan, de alguna manera, escuchar qué le está pasando a los jóvenes y entender que el sistema educativo necesita una transformación». Es el deseo de Natalin Faravelli, directora del Movimiento Pontificio Internacional Scholas Occurrentes, quien participa en el G20 de Bali, en Indonesia.
En una entrevista, el P. Benedict Mayaki SJ, Faravelli insiste en que «el sistema educativo necesita una transformación. Esto quiere decir poner el centro en los jóvenes, sin mucha ciencia, sin mucho cambio, sino simplemente volver al origen y, a través de estas herramientas como el arte y el deporte, volver a escuchar a los jóvenes», afirma.
El arte, el deporte, la educación son temas importantes para la institución, quien desde hace años organiza múltiples iniciativas en torno a estos ejes, para contribuir a la construcción de un mundo mejor.
Faravelli considera que se debe escuchar a los jóvenes, qué les está pasando, cuáles son sus dolores, para que ellos puedan crear sus propias soluciones a los problemas y volver a generar un sentido de comunidad.
Scholas y la educación
El Movimiento Pontificio Internacional desarrolla múltiples programas en materia educativa, como, por ejemplo, «Scholas Ciudadanía», una experiencia que considera fundante. Durante seis días, entre 200 y 400 jóvenes de diferentes escuelas de una misma comunidad se reúnen para elegir dos problemas que les afectan en la vida cotidiana, profundizan en ellos y se hacen responsables buscando soluciones que el último día presentan a las autoridades locales.
Esta experiencia, que es la primera de la institución, según informan en su portal, fue vivida en los últimos cuatro años por más de 25 mil jóvenes, de países tan diversos como: Paraguay, Colombia, México, Argentina, Brasil, Perú, República Dominicana, Haití, Honduras, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Palestina, Cuba, Estados Unidos, Italia, España, Portugal y Mozambique.
Estos jóvenes, eligieron y crearon soluciones para problemas como: las carencias del sistema educativo, la discriminación, los estereotipos, el bullying y el cyberbullying, el suicidio juvenil, la contaminación ambiental, la inseguridad, la falta de oportunidades, la desocupación juvenil y la indiferencia.
A esta experiencia se han involucrado directivos, docentes y educadores voluntarios de todo el mundo, con el apoyo de gobiernos, organismos internacionales, comunidades religiosas, fundaciones y empresas.
Crédito de la nota: Vatican News.
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