«¿Cómo podemos escuchar la llamada de Jesús?», fue la primera pregunta planteada por un niño veronés al papa Francisco en la Plaza de San Zenón este sábado 18 de mayo. El Santo Padre llegó en silla de ruedas, tras haberse encontrado con los sacerdotes y religiosos en la basílica homónima, en honor al patrón de esta ciudad.
El Obispo de Roma, quien fue recibido con cantos, aplausos y pancartas multicolores, guió un diálogo con los pequeños y definió esta consulta como «muy importante» y recordó que los discípulos a los que Jesús envió por todo el mundo «eran gente común».
«Yo que soy un niño, una niña común, ¿cómo puedo escuchar la llamada de Jesús? Dime una cosa: cuando estás con papá, con mamá, con los abuelos, ¿te sientes bien?», dijo Francisco, y todos contestaron al unísono: «Sí». Invitándolos a participar en el diálogo, los animó a pensar cómo se sienten si tienen dos caramelos y le dan uno a otra persona.
Luego, quisieron saber cómo los niños pueden ser un signo de paz en el mundo y el Sucesor de Pedro recordó algunos escenarios de conflicto, como Ucrania, Tierra Santa, África y Myanmar. «Tenemos que ser un signo de paz, compartir me parece bien, escuchar a los demás, jugar con los demás, pero no pelearnos con los demás… Digámoslo juntos: ‘¡Tenemos que ser un signo de paz! Juntos’», pidió.
Finalmente, los alumnos de tercero de secundaria, que están celebrando la fiesta del paso de grado, estaban interesados en descubrir el modo para mantener la fe en los tiempos de dificultad y no tener miedo de hacer opciones a contracorriente. A este propósito, el Papa los exhortó a no hacer las «cosas feas» que otros hacen y a no temer el hecho de ir contracorriente.
Antes de despedirse, el Pontífice rezó el Padrenuestro junto a los niños y les impartió la Bendición Apostólica.
Crédito de la nota: Vatican News.
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