vaticannews.va

11/11/19

Desde finales de octubre y principios de noviembre Somalia sufrió a causa de intensas lluvias. Hasta ahora se reportan más de 270 mil personas desplazadas, así como muchas víctimas y daños en las granjas ganaderas. La región más afectada es Hiiraan, donde Médicos Sin Fronteras (MSF) ha enviado a sus equipos para brindar ayuda médica y humanitaria a la población.

Según Gautam Chatterjee, representante de MSF en Somalia y Somalilandia, «muchas personas han tenido que abandonar sus hogares para buscar refugio en las zonas más altas, ha habido muertes y daños al ganado». También el hospital de Beledweyne, en Hiiraan, ha sido afectado debido a las inundaciones, dejando a miles sin atención médica.

«MSF ha enviado equipos para evaluar la condición de la población». Las necesidades son grandes y urgentes: falta agua potable, comida, refugios y servicios higiénicos. Los riesgos sanitarios son muy altos: «Hemos encontrado afecciones médicas como diarrea, enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria y el dengue, infecciones respiratorias, y nos preocupa el posible aumento de la desnutrición en niños», informó Chattejee.

Los equipos de MSF comenzaron a distribuir ayuda para ciertas necesidades básicas, como carpas, kits de cocina, letrinas construidas y suministro de agua potable. «Es urgente movilizarse de inmediato y traer recursos al campo para apoyar a las personas», explicó Chattejee, y llamó a las autoridades a garantizar el fácil acceso a quienes lo necesitan.

MSF ha estado presente en Somalia desde 1991, pero en 2013 se vio obligado a dejar el país a causa de continuos ataques a sus equipos, y regresó en 2017. Desde entonces, ha implementado programas nutricionales y de prevención de epidemias, así como tratamientos contra la tuberculosis.

Fuente: vaticannews.va