Dave Domingues
Las fuertes inundaciones que azotaron el condado de Duk, Sudán del Sur, y otras zonas del estado de Jonglei, desde el pasado mes de julio, han dejado a más de 350 mil personas sin hogar y sin alimentos de primera necesidad. Los niveles del agua continúan aumentando, en áreas donde es demasiado alto para caminar, la gente usa balsas improvisadas. «Hace unos días recibimos ropa, mosquiteros y láminas de plástico que estamos utilizando como refugios improvisados. Esta ayuda llegó gracias a las donaciones de algunas mujeres duk de la diáspora», se lee en una nota difundida por una emisora de radio local y recibida también en la Agencia Fides.
Las inundaciones han destruido todos los medios de vida y han dejado a la población en total precariedad desde julio de 2020. Elijah Manyok Deng, comisionado interino del condado de Duk, ha informado que 2 mil 500 ancianos se han podido beneficiar de la ayuda recibida y ha reiterado su llamado a las agencias humanitarias de Jonglei para que intervengan en esta situación humanitaria que sigue siendo desastrosa.
Un informe publicado conjuntamente por el gobierno de Sudán del Sur y las Naciones Unidas ha previsto que 7 millones 24 mil personas en 2021 tendrán que enfrentarse a la inseguridad alimentaria severa, debido a los efectos combinados de las inundaciones, los conflictos y la pandemia de Covid-19.
Fuente: fides.org
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