29 marzo, 2024

Arquitectura para necesitados: la dignidad llama a la puerta de los pobres en Brasil

«Una experiencia de salvación comunitaria»: así define el Papa en la Laudato si' lo que hacen los arquitectos de Passo Fundo, en el sur de Brasil. Desde la recaudación de fondos hasta los proyectos de renovación, la compra de materiales y la instalación, la iniciativa devuelve la dignidad a las familias de bajos ingresos.

Viviendas que se desmoronan, pero más aún servicios higiénicos indecorosos, con grietas en las paredes y los techos, invadidos por insectos, sin agua caliente ni electricidad, con duchas, inodoros y fregaderos que no funcionan correctamente y, a menudo, sin tuberías para una correcta eliminación de los residuos. Esta es la realidad de miles de viviendas en Brasil que no cumplen los requisitos mínimos previstos por el Derecho a la Casa. Según los datos del IBGE de 2018, el 35,7% de la población no tiene acceso al alcantarillado sanitario y 5,8 millones de personas no cuentan con servicios higiénicos básicos.

«En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas iniquidades y cada vez son más numerosas las personas privadas de los derechos humanos fundamentales, el principio del bien común se transforma inmediatamente, como consecuencia lógica e ineludible, en una llamada a la solidaridad y a la opción preferencial por los más pobres», advertía el papa Francisco en la Laudato si’ (LS 158), suscitando en los últimos años tantas respuestas del amplio y variado mundo del voluntariado.

Antes y después: la transformación de los baños
Antes y después: la transformación de los baños

La arquitecta y urbanista Marina Bernardes no lo pensó dos veces a la hora de poner su experiencia y profesionalidad al servicio de los pobres, y hace dos años puso en marcha el proyecto social «Arquitectura para los que más lo necesitan», como extensión del curso de Arquitectura del Centro Universitario para el Desarrollo del Alto Vale do Itajaí (Unidavi), en la ciudad de Río do Sul, en Santa Catarina, Brasil. En su segundo año de actividades, se mudó a Passo Fundo, en el Estado de Río Grande do Sul, y aquí se convirtió en una ONG. Marina reunió a un grupo de 19 mujeres, entre las que se encontraban arquitectas, urbanistas, ingenieras y estudiantes de arquitectura, que trabajan en favor de las familias con bajos ingresos, desarrollando mejoras y renovaciones en los baños de las viviendas.

Arquitectura para los más necesitados

La casa debería ser un lugar donde las personas se sientan seguras, pero muchos hogares en Brasil ni siquiera cumplen las normas para ser definidos como tales. Por esta razón, la iniciativa pretende dar dignidad a las familias, en primer lugar, construyendo baños o renovando los existentes rehaciendo los sistemas eléctricos e hidráulicos.

«Tenemos familias que viven sin baño, sin luz, con una sola habitación a disposición, y esta realidad siempre nos ha llamado la atención como profesionales de una ciencia social aplicada», dice Marina, y añade que es imposible no hablar de derechos humanos ante estas situaciones. «Para que una persona tenga una vida digna», dice, «necesita de una vivienda digna».

Es necesario garantizar la atención médica, por supuesto, pero ante todo es fundamental que el ambiente en el que se vive, la propia casa, sea sana y digna. «Creo que, en este sentido, ciertamente ayudamos a las personas para que puedan tener acceso a un derecho fundamental que, en Brasil, la mayoría de las veces, no se cumple. Es, sin duda, un tipo de proyecto que merece ser replicado no sólo en las ciudades brasileñas, sino también en otras partes del mundo que tienen esta misma carencia de viviendas.

El proyecto quiere extender la provisión de baños a hogares enteros
El proyecto quiere extender la provisión de baños a hogares enteros

Junto con el Papa, proteger a los vulnerables

Las voluntarias y la comunidad de Passo Fundo, insertadas así en una «red de comunión y pertenencia» (LS 148), no pierden el tiempo imaginando a los pobres del futuro, como nos recuerda el Papa en la Laudato si’, sino que trabajan para los «pobres de hoy, que tienen pocos años de vida en esta tierra y no pueden seguir esperando» (LS 162).

Francisco también considera admirable la creatividad y la generosidad de las personas y los grupos que son capaces de superar las limitaciones del entorno, haciendo que la vivienda deje de ser un infierno para vivir en el contexto de una vida digna: una verdadera «experiencia de salvación comunitaria» (LS 149), lo que da mucho crédito a la fundadora del proyecto de Passo Fundo, que ya está extendiendo la iniciativa a la construcción de casas enteras: «Es muy gratificante para nosotras saber que ‘Arquitectura para los más necesitados’ es un proyecto que responde a la visión y a la acción de nuestro Papa sobre la protección de los más vulnerables. Sabemos que nuestro trabajo, nuestra actitud hacia los demás está fuertemente alentada por él, lo que hace que nuestra acción sea aún más bella», concluyó.

Crédito de la nota: Vatican News.